Soy esa mujer, totalmente extraña para ti,
A la que muchas veces han dicho,
“Admiro tu fortaleza, te comes el mundo”
Soy la que a tu presencia se vuelve,
frágil,
Antes de la batalla deja caer las armas,
Porque le guerra termina sin haber
empezado,
Rendida te entrego, mi coraje pasado,
El ejército de mi sangre reconoce a su amo,
Ante ti se disipa el castillo encantado,
Mi Merlín me abandona, se sabe derrotado,
Inútil que pretenda rescatarme del mago
En que te haz convertido solo porque te
amo…
Te sabes omnipotente… te agrada serlo,
Disfruto que lo seas, el poder te he
entregado,
Pretendes herirme con palabras, no
entiendes,
Que puedo comprender lo que dices callando,
Nunca necesité te expreses, para saber…
¡Hasta lo que estas pensando!
Aunque tú lo ignores… yo lo sé,
Tus heridas internas solo estas reflejando,
No me hieras amor, que te estás lastimando,
Sufro por tu dolor, eres y soy… raza de
lobos
Que te permite ser, el macho dominante,
No por cobardía ni falta de coraje
¡Por lamer tus heridas, me mantengo a tu
lado!
Cuanta sensibilidad
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