11.4.13

La farolas



                 


                
 En mitad de la noche me asomé a la ventana,
A lo lejos… desdibujadas por girones de niebla,
Escuché que con tenue murmullo me llamaban,
Me dejé guiar en la oscuridad hacia ellas…
Apenas resonaban mis pasos en la ciudad callada,
Sus esbeltas siluetas como un imán me arrastraban,
Tan tuyas, tan mías, tan nuestras, tan bellas,

Por instantes, sobrecogida el alma me detuve a mirarlas,
Surgió desde la nada tu presencia, tu figura amada
Resucitó en mis oídos tu dulce voz pausada…
La tibieza de tu brazo etéreo cubrió mi espalda…
Cuantas veces habrás caminado junto a ellas,
Cómplices sutiles, de tus eternos versos
Aunque no estás en presente, inmortal en mi alma…
Y esa noche llegaste desgarrando distancias,
Tu invisible mano secó mi  desolado llanto…
Me alejé lentamente sintiendo que visité otro espacio,
O tu cruzaste esa frontera, para estar a mi lado…
Yo sé alma mía que ellas también te extrañaban,
Y te juro amor que cuando mis pasos se alejaban,
¡Sentí que las farolas… llorando suspiraban!




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