Por sus ojos
Aquella noche de enero
herido el corazón de muerte
me dejaron dos luceros,
hoy por mas que intento y quiero,
no se apartan de mi mente
sus ojos de terciopelo...
que me robaron la calma,
dormida y despierta les sueño
se apoderaron de mi alma
y de mis anhelos... ¡su dueño!
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