En la hora más
profunda de la noche,
Me senté a
escribir ¿Quién me visitaría?
Una
presencia se deslizó clara como una fuente,
Aspiré
extasiada el suave aroma a rosas,
Sentí que una
Ada me acarició la frente,
Y el pecho
se me inundó de mariposas
¿Quién me
visitó?
¡Me visitó
el amor!
Un aire
gélido erizó mi espalda,
El alma
congeló de tanto frío,
El árido
paisaje se cubrió de escarcha
Y sentí por
dentro un gran vacío
¿Quién me
visitó?
¡Me visitó
el olvido!
La noche
oscura se pobló de estrellas,
En el
corazón floreció un suspiro
Acunó el
firmamento la luna, bella…
Cual faro de
Dios alumbrando el camino.
¿Quién me
visitó?
¡Me visitó
la esperanza!
De mis manos
cayó la hoja estéril
La
inspiración huyó, agotada la mente
Las palabras
no fueron, me sentí débil
Cual
espíritu sin destino, perdido, errante
¿Quién me
visitó?
¡Me visitó
la apatía!
Se desbocaron los latidos del corazón,
Mis sienes
palpitaron locamente…
Tanto sentimiento superó la razón
Mi sangre se
volvió un volcán ardiente
¿Quién me
visitó?
No fue el
amor, ni el olvido,
Ni la esperanza, ni la apatía…
¡Me
visitaste tú mi vida!
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