8.1.12

No soy culpable de...¡Nada!



Anda… mírame, regocíjate, soy ¨Tu obra¨,
La sonrisa eterna, como pintada en la cara…
Los ojos, dos témpanos, son el espejo del alma,
La piedra más dura, de diamante el corazón,
y… la conciencia, ¿Qué es eso?
¿Lo que hiciste que olvidara?
Ese pobre ingenuo hombre,
Le miré con el desprecio
que me enseñaste que usara,
al fin y al cabo, no soy culpable, ¡de nada!
Absorbí cada una de tus enseñanzas,
Me diste el curso intensivo… de desalmada,
No fue siquiera necesario que mintiera,
A cada instante me inspiro de tus ejemplos,
Se lo advertí, que de mi no se enamorara,
Que le haría pedazos, siquiera si lo intentaba,
Que tengo el pecho vacío,
¡no soy capaz de sentir nada!
Y que de besarme…solo veneno encontrara,
La sonrisa de su cara me gritó,
Que al igual que yo…a aceptarlo se negaba,
Pensó que era una broma, que careciera de alma,
Ya estaba advertido, no soy culpable, ¡de nada!
Que solo llevé a la práctica,
 todo lo que me enseñaras…
soy tu mejor alumna,¡ puedo jurarlo!
Le vieras como ha sufrido…
Con las uñas palpitante, le arranque su corazón,
De nada valieron sus lágrimas, no tuvieron eco,
Como las que ayer yo derramara,
Ni la mínima piedad, ni lástima…
Me subió por la garganta, la hiel,
Esa que hace tiempo,
en la sangre me inyectaras,
Y disfruté de su dolor,
me alegré de cada lágrima,
Y pisé sus sentimientos y reí de su desgracia…
¿Qué te duele…que es tu amigo?
Eso a mí, me importa, nada…
Como a ti no te importó,
cuando mataste mi alma!
Siente el orgullo, eres buen profesor…
Y , yo, ¡la alumna que más se te asemejara!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por pasarte a comentar