Silencio, palabra maldita, que cambia hasta el pulso…
Que paraliza de miedo hasta el corazón…
Cuando lo anidas entre tus labios,
No se siquiera si es fruto del rencor…
Si solo de esa misma, tu tan amada boca,
Tímido se escapa un suspiro de amor…
Mi mundo
se colma, me regresas…
¡¡Hasta de la sangre el calor!!
Palabras, benditas palabras…
Hilvanas las letras, haces eslabones…
Creas la cadena, mi cruz, mi condena,
Me mantienes presa a tu corazón,
Esclava soy siempre, de tu voluntad,
De tu boca ardiente, sin darme razones
Con solo nombrarme, me matas, me vives,
Me das alegría o me causas dolor
Tan solo dos cosas en el mundo existen,
Las dos dependen de tu corazón…
Que pueden llevarme desde el paraíso…
¡Al infierno mismo!…ignórame o
llámame…pero…
¡¡¡Quítame la incertidumbre de no saber
donde estoy!!!
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