No sé si reírme
o enfadarme…
¿Qué quieren
saber? sarta de tontos,
Pretenden desnudarme
el alma,
“Que si el
hombre que me inspira existe”
¿Quien es
que me robó la calma?
“Para quien
escribo, por quien lloro”
Pretenden
darle nombre y apellido,
Creen
reconocer a quien adoro…
Ha bobos,
hipócritas, mentirosos,
El hombre
que amo esta conmigo,
Mas allá,
muy lejos de sus morbos,
Habita en mi
interior, está a salvo,
Protegido, cuidado,
integro… intacto,
La realidad
no es el afuera; dentro mío…
Ese hombre
es absoluto soberano,
Si tiene
vida o no en los afuera, ya eso,
Es mi
secreto… y ¡como lo disfruto!
En mis
sueños se mantiene ileso,
Lejos de los
buitres que nos rondan,
Tratando devorarnos
¡hasta los huesos!
Si lo inventó
mi alma, me pertenece,
Y si es “real”
eso, a nadie incumbe…
No seré yo quien
sus dudas les despeje
Muérdanse en
la incertidumbre,
Que este…es
el mundo de ¡Nosotros!
Precioso un poema intimo como ninguno. Te felicito Dina pero no encuentro el cuento ese del que me hablas como se titula. Un fuerte abrazo.
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